En un mundo donde el plástico sigue dominando el embalaje, surgen iniciativas que nos recuerdan que la sostenibilidad también puede ser dulce. Una nueva propuesta de packaging para caramelos demuestra que el diseño y la ecología pueden ir de la mano: un envase hecho 100% de cartón reciclado.
Adoptar envases sostenibles para productos cotidianos como los caramelos puede parecer un pequeño cambio, pero su impacto a largo plazo es enorme. Elegir materiales reciclados y reciclables reduce la demanda de recursos nuevos y fomenta hábitos de consumo responsables.
En cualquier proceso de fabricación, por eficiente que sea, siempre quedan materiales residuales: piezas de madera, metal, tela o cristal que no cumplen con los estándares para el producto original, pero que conservan un valor intrínseco. Carpyen ha decidido transformar lo que otros podrían considerar sobras en piezas únicas que iluminan con un propósito.
Esta lámpara de mesa no solo es un objeto funcional, sino una declaración de intenciones: apostar por un diseño consciente y respetuoso con el medio ambiente. Aprovechar los materiales sobrantes permite reducir el desperdicio, minimizar el impacto ambiental y ofrecer un producto con una historia que contar.